lunes, 17 de mayo de 2021

¡Knock! ¡Knock! ¡Knock! ¡Knock! ¡Knock! ¡Knock!

Pego un bote por cada uno de los golpes secos, solo he oído a partir del tercero, rompen el silencio sepulcral de la noche y me cago en todo, eso si de una forma anti-silenciosa. 

- ¿Qué coño pasa aquí? 

Grito malhumorado abriendo la puerta, interrumpiendo el siguiente golpe. Al otro lado del umbral una delicada figura me mira apenada, aún con la mano en alto y el nudillo ridículamente en alto.

Sin duda no esperaba este recibimiento, sus dos ojos verdes se pusieron vidriosos a punto de desbordar.

- ¡Lo siento mucho! 

Me abraza con fuerza mientras sus ojos comienzan a evacuar.

- ¡No quería despertarte!

Medio en shock por lo que está sucediendo, la arrastro al interior del apartamento para no molestar más a los vecinos.

- No, no llores. 

La abrazo con afecto. 

- Soy yo el que lo siente por gritar antes.

   

Solloza sin respuesta, mojando con sus lágrimas mi camiseta, aferrada con fuerza a la tela y sonándose la nariz. Juraría que huele a vodka o a algo parecido, quizás la embriaguez explicaría esta abundante llorera. Caminando con cierta dificultad, consigo llevarla conmigo al sofá, ya sentados su cabeza sigue sobre mi hombro pero sigue derramando un mar de lágrimas sobre mí, no sé muy bien que hacer, por lo que me limito a acariciarle el pelo y correspondo su abrazo en silencio, esperando que se calme.

Cómo esos niños que cogen un berrinche, lloran y patalean, para después quedarse dormidos, pues Moni es igual, se ha quedado frita sobre mi hombro, como la postura es bastante incómoda, haciendo malabarismos la cojo en brazos para llevarla a mi cama sin despertarla, desde luego es mucho más dócil estando ebria ya que se deja descalzar y tapar sin protestas.

La miro desde el umbral de la puerta, demasiado sorprendido por toda esta escena, viendo como el motivo de todos mis problemas, duerme tan plácidamente en mi propia cama, me gustaría ser ella, por la tranquilidad que refleja ahora su bello rostro.

Una melodía pegadiza suena en el salón, proviene del móvil de Moni que se ha quedado sobre el sofá y en la pantalla aparece el nombre de Eli, su hermana. Cogerlo o no cogerlo, esa es la cuestión, si lo cojo tendré que explicarme y si no lo cojo igual se preocupa y empieza a liarla. Decido deslizar el dedo para contestar.

- ¡Hola! 

Digo saludando todo lo simpático que puedo.

- ¿Quién eres tú y que has hecho con mi hermana? 

La aguda voz de Eli suena al otro lado.

­­­­­­­­­­­­­­- Tranquila Eli. 

Intento calmarla antes de explicarme.

- ¿Cómo sabes mi nombre? 

Pregunta nerviosa 

- ¿Eres un psicópata?

- No para nada, tu nombre estaba en la pantalla. 

Intuyo que esta también algo perjudicada por el alcohol.

- ¡Laura! ¡Un psicópata tiene a mi hermana!

Con esos gritos la oiría sin teléfono. 

- Pero ¿Quieres escucharme de una vez? No soy ningún psicópata.

- Ah claro y si fueras un psicópata ¿me lo dirías? 

Imposible rebatir la lógica aplastante de Eli. Pone el móvil en manos libres, ya que comienzo a escuchar mucho ruido de fondo, lo que nos faltaba para mejorar la comunicación.

- ¡A ver tía, trae el teléfono pa acá!

Reconozco la voz de Laura. 

- Oye puto loco ¿Que haces con este móvil y donde está su dueña?

- Laura, que no soy un puto loco, me estáis volviendo loco ¿Qué cojones os habéis tomado?

- ¡Tía! ¡Que también sabe tu nombre! 

Eli ya paranoica. 

- ¡Nos está vigilando! ¡Socorro!

- ¡Silencio Eli! ¡Calla un poco! 

Laura habla como si se le trabase la lengua 

- Que esa voz me suena de algo.

- Soy Pablo 

Se lo digo sin más rodeos.

- ¿Pablo? 

Por fin me reconoce 

- ¿Moni está contigo?

- ¡No le digas el nombre de mi hermana! Deja de darle datos. 

Eli sigue con su paranoia.

- Si, no sé cómo ha llegado aquí, pero está bien, dormida como un tronco.

Comento ya mas calmado.

- Mejor, la habíamos perdido e iba bastante perjudicada, bueno como todas.

- ¡Tía! ¡No te hagas amiga del psicópata!

- No es un psicópata, es el chico que viste el otro día con Móni.

Laura intenta explicarle a Eli quién soy yo. 

- ¿El chico guapo que le acompañó al portal? 

Pregunta sorprendida, pero me alaga su piropo.

- Si, ese mismo. 

Laura responde con tranquilidad.

- ¡Que suerte tiene Moni la jodida! Termina con Gerard y a los 2 días ya anda con otro chico mono.

Comenta Eli.

- ¡No debieras hablar así! Recuerda que en breve te casas.

Corta Laura. 

- Pero sí, es guapete.

- Y tiene un morbillo de chico malo 

A Eli no parece afectarla la referencia a su boda.

- Y no folla mal. 

Laura también se está perdiendo.

- ¿Tú te lo has follado? ¿Serás perra?

Pregunta a grito pelado.

- ¡Ehhh! ¡Qué aún sigo al teléfono!

Exclamo para llamar su atención, el tema ya me estaba incomodando

- Si, si, lo sabemos. 

Eli intenta disimular pero no miente muy bien. 

- Tu cuídala que nosotras vamos a tomar la última copa.

- Y no hagáis cochinadas.

Laura ya lanzada y sin filtros, como siempre.

Sin darme opción a replicar nada, se oyen unas risas, un pequeño erupto, como un golpe del móvil que se cae al suelo, varios intentos para cogerlo, finalizan la llamada y me dejan con la palabra en la boca...

   



2 Asuntos :

Albada Dos dijo...

Una anécdota tremenda para el pobre tipo, qué mal rollo. Y ojo, un miedo enorme.

Un abrazo

Clip dijo...

No lo veo ya, tan pobre tipo, una vez aclarado todo el embrollo ...
Un abrazo Alba !!