sábado, 24 de enero de 2009

Estaba ahí tan quieta y a llena de vida, su cara increíblemente blanca estaba allí.
Se congregó una multitud formando una media luna, poco a poco se fueron contagiando de la quietud de esta estatua, no era la primera vez que los del museo de cera sacaban una de sus figuras, era un desafío constante propio de la estatua viviente, no debía dejarse ver respirar ni moverse un ápice ante los cientos de ojos del público congregado.El silencio se fue adueñando en aquel oasis en medio de 'Las Ramblas' bulliciosas de por si. Definitivamente era de mármol, no se podía atisbar el más mínimo desfallecimiento, ningún ser humano podía permanecer con esa congelación absoluta.

De repente entre el público una chica de rostro angelical y rasgos muy dulces se acercó a aquel rostro imperturbable, acercó sus labios y los colocó transversalmente rozándolos ligeramente, sus labios eran muy rojos, solo ella pudo notar una tenue respiración de aquel ángel de mármol, sintió el roce imperceptible de unos labios tibios, pero sintiendo una sensacion poderosa.


De repente brotó una lágrima pura, cristalina, perezosa que fue ganando tamaño bañada en aquella piel llena de maquillaje, resbaló lentamente entre la mejilla, encontrando su camino, por fin bañó aquellos labios, inundándolos de un sabor deliciosamente salado, la magia de aquel silencio, aquella expectación, los labios sintieron una explosión de color y desapareció de aquel lugar, apareciendo en un mundo inconcreto desprovisto de gravedad.


Aquél mimo ya no volvió a hacer de estatua viviente y jamás se le volvió a ver, la chica nunca encontró unos labios como aquellos que le dieron tanto amor en tan poco tiempo, sin pedir nada a cambio.


Mucha gente se congrega en el lugar de los hechos esperando otro instante mágico, quizás definitivamente aquella estatua no era viviente, era un 'Pierrot' o tal vez un sueño colectivo .....

sábado, 17 de enero de 2009

Garabateó algo en la receta de la Seguridad Social, me la entregó doblada cuidadosamente para que no pudiera ver el contenido.

-Estás grave, necesitas esto.

Estaba semidesnudo allí delante, sentado en la fría silla, angustiado, mirándo fijamente a sus ojos, ella tampoco parecía en perfecto estado, sus botones superiores de la bata blanca estaban desabrochados, su pelo aparecía ligeramente alborotado y la sangre coloreaba suavemente sus mejillas y enrojecía esos labios humedecidos ...

Todo empezó al sentir una ligera y beligerante tos matutina, me acerqué al ambulatorio a solicitar un jarabe que me suavizara un poco la garganta.
La médico que me atendió, después que le comentara los síntomas, me pidió que me levantara la camisa por detrás para poder auscultarme, al colocar el fonendoscopio sobre la espalda el frío metal me hizo estremecer, al ir palpando la zona que correspondía a mis pulmones, se le escapó una frase.

-¡Que piel tan suave! ¿Seguro que eres un hombre?

Tengo que confesar que aquella observación me descentró bastante.

-¿Sabes que te digo?. Creo que se me ha estropeado el aparato de auscultar, oigo muchas pulsaciones y ruiditos raros.

Lanzó el fonendoscopio sobre la camilla y aplicó su oreja sobre mi espalda, mientras me pedía que me desabrochara más la camisa, llegó un momento en que la camisa ya no tapaba apenas nada, mientras su cara y oreja rozaba lentamente mi espalda, parando y haciéndome decir 'Aaaaaaa', mientras que sus manos palpaban mis pectorales, deteniéndose en los pezones y pinzándolos suavemente con las yemas de los dedos, pulgar y corazón.....

-Bufff que suaves, igual que tu cuerpo
-repite !!!Aaaaaaaaaa!!! hasta que te diga.
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
-Vale, otra vez ....

La verdad es que mi piel es anormalmente suave, pero la situación se estaba volviendo violenta por si misma, acelerándose como un círculo vicioso, la curiosidad de ella y la suavidad de mi dermis, me pidió que me levantara y que me desabrochara el pantalón.

Me quedó el pantalón por las rodillas, y ella bajó mis boxer hasta que los genitales saltaron de su alojamineto y quedaron al descubierto, la situación me violentaba, mi miembro estaba francamente hinchado, pero que pusiera la oreja para auscultarlo no ayudó mucho para apaciguarlo, luego ya sin disímulo al poner su oreja contra los testículos, no separó su cara, rozó su rostro y aplastó sus labios, dejando que su boca palpara unos instantes.
Podría decir que su contacto es lejano como el cielo y cercano como el viento, incorpóreo y real al mismo tiempo.
Cerré los ojos, me dejé rozar y simulé, una vez más, no respirar.

El caso es que al mirar la receta, solo hay un número de móvil y sigo con mi tos.

domingo, 4 de enero de 2009


Algunas veces, lo más importante son los pequeños detalles....


No siempre son detalles visuales ...
Son lecturas de silencios, son percepciones espaciales
Sonidos imaginados de gemidos prohibidos
Confusión de sensaciones incontroladas......
Miradas explícitas ........contrapunto de miradas esquivas.

Si quieres ver el video entero (3 min.) extraido de Machangostudio..... Ver

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