miércoles, 24 de diciembre de 2014

La Haya
Sus miradas se cruzaron fugazmente en una sala de la Real Galería Mauritshuis, él la miró fijamente a la cara, exclamó:
-¡Por Dios no puede ser!
Ella se ruborizó y quedó en estado de shock por eso cuando su mano se sintió atrapada en la suya y la arrastró con fuerza no pudo reaccionar hasta salir del museo, pero le siguió en silencio para no organizar un escándalo. Al cabo de un rato le dijo indignada

-¿Pero se puede saber que te pasa?  
-Tú acabas de encender mi luz
¿Einn?
-Entra un momento en esta cafetería y te lo cuento, estoy excitadísimo me tiemblan las piernas.

Se colocaron en un apartado cerca de la ventana, el local era bastante oscuro pero la claridad que se filtraba por la ventana iluminaba sus caras.

-¡No puede ser!

El cuerpo de ella estaba alineado con la ventana mirando a lo lejos y su rostro se giró de repente para mirarle, luego se enfrascó otra vez en el horizonte que se podía distinguir desde aquel vetusto local.

-A ver mírame otra vez, así si solo girando la cara hacia mi.

Soy fotógrafo profesional y estoy trabajando para la Real Galería, la agarró con fuerza de la mano otra vez, te propongo hacer unas fotos si quieres te pagaré con generosidad las horas que me dediques o te invito a cenar tu eliges. 

-De acuerdo, estoy de vacaciones y me gustará acompañarte a hacer unas fotos de museos, me gusta el arte.
-No, de eso nada, vamos a hacer unas fotos solo de ti, estoy interesado en tu cara.
Puso una mueca y sonrió
-Vaya de modo que 'solo' te interesa mi cara, ¡que decepción!

Salieron de la cafetería y pasaron por una tienda de ropa, compraron un turbante azul y se inscribieron en un hotel barato cerca del museo con la condición de tener una ventana con vistas a la ciudad.

La mujer se despojó de sus prendas de abrigo, su tez era blanca y suave por lo que sus ojos grandes y cristalinos le daban una expresividad fuera de toda duda, esos ojos que parece que van a romper a llorar en cualquier momento, él le arrolló el turbante por la nuca con manos expertas, su cabellera rubia se escapaba a través del turbante destacaba con el azul turquesa, al sentirse tan venerada por su rostro se sintió excitada con el roce de aquellas manos que de una forma profesional la preparaban para una escena que ella desconocía pero que el fotógrafo tenía muy clara y sintió como el olor de la excitación se colaba a través de su cuello, esperaba que no se notase.

La hizo colocarse frente a la ventana y girar el cuello, una, dos, 20, 30, cientos de fotos, girando levemente el cuello, cambiando levemente la posición de la ventana, lo curioso es que no emplease el flash en ningún momento, todo con la tenue luz que se filtraba por los cristales, ella poco a poco se iba desinhibiendo esperando ese momento mágico en que las fotos adquirieran un tono mas sensual, que le pidiera quitarse alguna prenda, mostrar la excitación que ahora se había apoderado de ella.

-Se acabó, eres genial.
¿Como que se acabó? pero si no hemos empezado.

El estaba nervioso como un niño le enseñó en el led las fotos.

-¿Te das cuenta?

Eres asombrosamente igual a la modelo de 'La joven de la perla', sacó un montón recortes de revistas de una carpeta y la verdad es que el parecido era de admirar.
-Todo este tiempo desde 1665 se daba por supuesto que llevaba una perla y ahora gracias a ti y estas fotos hemos descubierto que el pendiente es de plata como el tuyo, el brillo del pendiente resulta excesivo para ser una perla, el carbonato de calcio y el nácar, tendrían que ser blancas perladas pero no brillantes.
-¿Ves? las zonas oscuras producen un efecto espejo casi me veo yo reflejado, además las perlas solo las podían obtener las damas de pudientes y por lo que se ve por el atuendo es una joven eso si de gran belleza.

Una oleada de calor la invadió, por un lado se sentía ensalzada por las alabanzas a su belleza ancestral y su parecido con la Monalisa holandesa, pero su parte hembra le pedía acción a voz en grito. De modo que le pidió la cámara. Cuando la tenía en sus manos exclamó:

-'Quid pro quo', mira por donde yo estoy haciendo un estudio de las venas de cierta parte del cuerpo del 'David' de Miguel Angel, nunca lo dirías pero dicen que son impostadas, de momento empezaremos con las venas de las manos.......pero ya sabes de momento 'en reposo'.



Él sonrió mientras se quitaba la camisa e iban sonando los clics de la cámara, le iba a enseñar a la 'joven de la perla' lo que eran una venas realmente hinchadas.



Al cabo de una semana los operarios cambiaban el rótulo de un cuadro:
'La joven que lleva un pendiente parecido a una perla' 

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