jueves, 30 de octubre de 2008

Aquel soleado domingo de octubre, no tenía nada que hacer, me apetecía salir a tomar el aire, me puse unos jeans, una de mis mejores camisas por encima de una camiseta negra y salí a pasear por la zona del 'Maremagnum', en el puerto en Barcelona, hacía frío, pero brillaba el sol en un cielo azul y limpio, sin nubes, era agradable, se estaba bien deambulando, mirando la gente, uno de los locales abiertos presentaba una liquidación de cuadros, estaban expuestos, algunos originales de pintores desconocidos y copias legales de cuadros famosos, me encontré con una ligera cola para acceder, se liquidaban la mayor parte de todo el material expuesto, los precios muy bajos, detrás de mi una chica sola ensimismada, con vaqueros y un jersey delgado de hilo de azul turquesa, llevaba unas gafas rectangulares pequeñas que le conferían un aspecto intelectual, entablamos conversación, a ambos nos gustaba curiosear en galerías, me dijo que se llamaba Marlene y entramos juntos al museo.


Me sorprendió la amplitud de las salas, en una de ellas un conjunto de cuadros eróticos renacentistas ocupaban buena parte de la misma, debido a los focos y la cantidad de gente, la temperatura era altísima, gran cantidad de cuadros de mujeres desnudas, hombres, escenas placenteras en campiñas, jardines o palacios, algunas Venus renacentistas, Adonis, odaliscas, poses de toda índole, mostrando la desnudez y el erotismo de la forma más cruda y sugerente.

Marlene, se le notaba que disfrutaba especialmente, iba de cuadro en cuadro, acercándose, mirándolos de lejos, yo me limitaba a fantasear un poco, de repente soltó un:
-¡¡Ohhhhhh !! No me había dado cuenta !!
Todos nos giramos hacia ella, estaba como poseída por un cuadro.
La obra en cuestión era 'Dánae recibiendo la lluvia dorada' de Tiziano. Una copia del original custodiado en el museo de Capodimonte.
Le pregunté que le pasaba, pero estaba absorta y me dijo que ahora no podía explicármelo.
Cuando acabamos de ver los cuadros, quedamos en buscar una cafetería por allí cerca para charlar un poco. La verdad es que me sorprendió ver una chica tan joven, interesándose de esa forma por la pintura.

-La verdad es que me he sofocado por tu culpa, por un momento tu jersey de color azul fuerte, con esa abertura tan amplia en el cuello, la sala llena de desnudos, el color rojo pasión predominante y en el medio de todo este enclave, tú la única mujer guapa, indiferente a todas las sugerentes explosiones de los sentidos allí expuestas, como centro de esas manifestaciones de escenas eróticas tan febriles, momentos capturados a lo largo de los tiempos allí expuestos, no sé, he pensado en todos ahí erotizados, desnudándose mentalmente unos a otros.
Rió con ganas ...
-¿Te imaginas a Tiziano excitándose mientras pintaba a Dánae?
-No, la verdad es que me resulta muy lejano, prefiero imaginarme a la chica del jersey azul, de sonrisa enigmatica y le hice un guiño.

Una sonrisa muy dulce, apareció al otro lado de la mesa.
-Gracias. Dijo bajando la mirada y la voz como un tanto azorada

Marlene, ahora me mostró otra faceta, su lado menos frio, se sacó las gafas y alargó los brazos como un gato desesperezándose, sentí un cosquilleo muy dentro de mí.
El escote del fino jersey se ladeó un tanto, resbalando, dejándole un hombro de piel muy blanca, casi como el del cuadro aquel que ella miró tan intensamente.

-Hoy he descubierto un detalle fascinante sobre el cuadro de Tiziano, acerca de Dánae. ¿Conoces la historia?
-Pués no.
-Es que para comprender el detalle que acabo de descubrir, necesitas saberla. Lo importante es que la lluvia dorada que cae sobre el sexo de la Dánae (en griego Δανάη, “sedienta”)

Zeus estaba loco por ella. Al ser un Dios poderoso, hubiese podido raptarla sin ningún problema, pero quería mantener el secreto, evitando que se enterara su esposa Hera.

Todo ocurrió en una noche estrellada...Dánae yacía desnuda en su lecho, mientras soñaba con la ansiada libertad, cuando apareció Zeus a través de una rendija e inmediatamente se transformó en una suavísima lluvia dorada, se transformó en su propio semen, que cayó sobre la doncella.

Así, gota a gota, entró Zeus en el cuerpo desnudo y asustado de Dánae, patidifusa ante tan importante visita. Aquellas gotas doradas, cual cálido, perfumado, luminoso y vibrante abrazo, lograron el lascivo propósito del dios, la posesión de la hembra, y, de paso, introdujeron en el impúdico vientre femenino la semillita de una nueva vida: la del futuro héroe Perseo.

-Interesante historia, fascinante.
Pedimos unas tónicas y unos pequeños sandwichs, estaban deliciosos, mientras hablábamos, mordisqueabamos y sorbíamos a pequeños sorbos las bebidas, disfrutando de aquella conversación.
-Resulta que hoy he descubierto algo nuevo... es que…verás:
(Se notaba que tenía ganas de contarlo y se atropellaba a si misma al hablar, estaba visiblemente emocionada).
-La diosa está tumbada así ¿no? Preparada para recibir la lluvia dorada.




Marlene atrae hacía si otra de las pequeñas sillas de madera, se recuesta entre las dos sillas imitando la postura de Dánae. Yo asiento con la cabeza.




-Pues bien, una de sus piernas tapa la mano, y por la situación del brazo suponemos que reposa en la ingle. Pero si te fijas, esa mano se ve, pero está muy borrosa.
Dice ella colocándosela por debajo del envés del muslo.

-Ahí viene lo bueno, te das cuenta que ésta aprieta los dedos contra la carne como si quisiera abrirse más de lo que puede y deseara empujar ¿Lo ves? Mira así !!

Marlene estaba eufórica, abre ahora sus piernas y aprieta los dedos contra la tela del pantalón. Al punto, se deja caer sobre la silla, toma la otra silla la acerca y se queda tumbada y da unos casi imperceptibles golpes de cadera al aire.

Había adoptado a la perfeccion la postura de la diosa, que aparecía acostada y desnuda sobre un lecho con las piernas abiertas y flexionadas y la cabeza ladeada. A pesar de los jeans y de su llamativo jersey yo estaba imaginando a Dánae allí delante mio. Instintivamente moje las yemas de los dedos en la tónica y lancé gotitas sobre su sexo, con las luces que se filtraban por la ventana parecían pequeñas perlas. Marlene aumentó sus golpes de cadera al aire abriendo aún más su sexo bajo los jeans.


Pasan unos segundos y se incorpora, se sienta recta como guardando la compostura y se coloca el escote del jersey, que inmediatamente se precipita hombro abajo.
Yo estaba alucinando, me ajusté las gafas, no podía dejar de mirarla, me estaba imaginando a la Dánae en la época actual, en una cafetería bajo una lluvia dorada, y un hombro desnudo al aire libre, al ver que la miraba tan intensamente ella bajó la suya.

-Ven, siéntate más cerca y le acerqué una silla a mi lado-

Marlene dudó unos momentos concentrada en los dibujos de las vetas del mármol de la mesa, de repente soltó:
-¿ Y por qué no?
Vuelve a sonreír, se levanta y en lugar de sentarse en la silla que le había preparado, se sienta sobre mi muslo, dándome la espalda, casi de un salto, apoyandose sobre mi pecho, estaba ahi en mi regazo, dejando su peso en mi pierna y aguantando con la punta de los pies en el suelo.

Instintivamente me acerco a su cuello y lo huelo. Puedo sentir su calor a través de su amplio escote un olor a lavanda y excitación que surgía de su interior.
-¿Estás húmeda verdad? –le susurro

Marlene asiente con la cabeza. No habla, ahora su mirada está pérdida entre las paredes, mira lejos.


-Muéstramelo.
-Aquí no puedo

Dice ella negando con la cabeza. Se hace un silencio tenso, creo que esta vez he ido demasiado lejos y todo va a acabar aquí

-Vete al baño y traeme la prueba.
Se lo pido semicerrando los ojos, con una mirada que intentaba ser suplicante, pero salió entre morbosa y cómplice, con un tono de voz que a mi me pareció seductor. Aunque al acabar la frase me delató un pequeño suspiro traidor.
Marlene sonríe esta vez, muestra todos sus dientes blancos preciosos, se levanta con un ágil saltito y entra en el baño. Me quedé mirando la puerta. No se que cara puse y prefiero no imaginármela.
Se hizo interminable, pero solo pasaron unos minutos, sale y se sienta enfrente.
Marlene me muestra la yema del dedo índice ligeramente humedecida, se lleva el dedo índice a sus propios labios, saca la punta de la lengua y se lame tímidamente. Para y baja la mirada a la mesa.

-¿Te gustaría saber cuál es mi sabor?
Me pregunta bajando la voz, nuestros torsos rebajan la separación, casi estan encima de la mesa mesa que nos separa. Marlene se encoge de hombros, el escote del jersey vuelve a caer indómito, agarro su mano con decisión y me la acerco a la nariz.

Aspiro profundamente y luego jugueteo con sus dedos, los paso por la mejilla, acaricio mis labios con ellos y finalmente los introduzco en la boca. Son muy suaves, apenas se mueven, me gusta lamerlos lentamente, chuparlos, mi lengua los recorre con mucha dulzura, desde su base a las uñas, Marlene no hace nada, pero ahora si me devuelve la mirada. Intento descubrir el sabor de su sexo, con lentitud no quiero gastar su sabor.

Ella cierra los ojos y empieza a morderse el labio inferior.
Su cuerpo se contonea ligeramente en la silla. Con la mano libre se aprieta la parte trasera del muslo tirando hacia arriba como intentando abrir su sexo. Su respiración se acelera......Vuelve a aparecer la doncella Dánae.....

Un extraño zumbido 'in crescendo' interrumpe la magia que se había desarrollado allí, rodeando aquella mesa blanca de mármol, y las tres sillas desordenadas, donde las vetas estaban empezando a dibujar formas con vida, Zeus y Dánae desaparecieron y les substituyeron las voces de la multitud ajetreada, descubriéndome que no estábamos solos en aquella vieja cafetería al lado del almacén de antiguedades.

Marlene rebuscó en el bolso, extrajo un artilugio rosa, lleno de botoncitos y su semblante se crespó de repente, los sonidos de tazas y conversaciones lejanas volvieron....

-Dime. No, no me he olvidado, estoy en ello, estaba .... Si sí, ya lo sé, pero he entrado en una exposición de unos cuadros muy interesantes ....Y yo, también te quiero. Venga, que sí, que no tardo.

No se porqué, algo me decía que esta conversación ya se había acabado........
PD Si quereís documentaros más sobre Dánae....Blog Turulato

domingo, 19 de octubre de 2008

-¿Quién dices? simpax23@hotmail.com No la conozco para nada. Estarás confundido.

Era Alex el último de mis contactos del MSN, al que había preguntado por simpax23, en realidad Mari Carmen (nombre mundo real). Ninguno de ellos la conocía.

La conversación por el MSN había sido muy extraña, todo había empezado por un maldito correo masivo, en el que yo figuraba en la cabecera entre una lista de 20 direcciones (básicamente mis contactos, gente que conocía en el mundo real), de modo que alguien me había agregado a su MSN, la tal simpax23.

Desde luego el avatar que puso, no era desagradable, una chica rubia sonriente, era relativamente enigmática, en su conversación, lo que me enganchaba, al cabo de un rato en el que nos fuimos ubicando, al preguntarme el nombre, soltó un ......

-Nooooooo, ¡¡¡ No puede ser !!!
Quedé intrigado y me dijo que era el único de los contactos que figuraban en ese correo masivo, con el que no había tenido relaciones sexuales....

-¿Cybersexo querras decir?
-Nooooo, sexo del bueno, tus amigos son muy buenos en la cama.

Me quedé de piedra, porque algunos están felizmente casados e incluso uno de ellos es cura.
-¿También con Damian?
-¿Damian dices? Es una máquina, al día siguiente no podía caminar.

Fuí nombrando a todos y de cada uno de ellos me hablaba maravillas, uno la lamía muy bien, otro le hacía el amor por detrás como nadie, otro tenía el pepino tan grande que daba miedo.
Otro le recordaba una perforadora de hormigón.
Esa conversación me estaba empequeñeciendo por momentos.

-Solo me faltas tu.
-Pero ¿ellos también saben que tu y yo, no nos hemos enrollado?
-Claro hablamos a menudo sobre el tema..... Me dicen que si no me has follado es por una de dos o porque eres 'rarito' o porque la tienes pequeña y te da miedo que yo lo comente en un foro y suelen reirse y me retan a que abra un blog y lo cuente. Creo que la sangre estaba dejando de regar mi cabeza, noté un mareo.
-¿Rarito? ¿Pequeña? ¿Pero que dices?
-Mira yo no soy una ninfómana, pero me gusta el sexo del bueno... y es raro encontrar un hombre de verdad que no le guste.

Lo que es la autosugestión....Empecé a creer entender muchas cosas, últimamente mis amigos me rehuían determinadas conversaciones, en el gimnasio cuando nos duchábamos juntos, buscaban una excusa y se vestían mas rápido de lo habitual.....

simpax23 me estaba arruinando la vida y con lo pequeña que era mi ciudad la posibilidad de que se extendiese el rumor, podía arruinar mi vida sexual.

Disimuladamente conseguí saber su nombre real y donde trabajaba y acabamos la conversación prometiéndonos una próxima conexión.

Indagando un poco descubrí su dirección, de modo que haciendo de tripas corazón le compré un carísimo ramo de flores por Internet, con una tarjetita en la que le pedía una cita y ponía mi movil......
Al cabo de dos horas me llamó por teléfono y concretamos la cita para el Viernes siguiente.


Era Lunes, al día siguiente fui a pedir un crédito de 3000 € al banco porque andaba un poco apurado y se trataba de impresionarla como fuera, pagaría 100 € cada mes durante tres años, pero que caramba valía la pena invertir, en esa mujer podía ser una mina y su publicidad en mi pequeña ciudad seria impagable, además el listón estaba muy alto. Pasé las siguientes tardes en el gimnasio intentando revitalizar un poco mi musculatura.

No quería dejar nada al azar, reservé mesa en el apartado de un conocido restaurante y contraté también un violinista de un país del Este y unos actores de mimo, la cena fue genial aunque tuve que esforzarme en sacar varios temas de conversación, que había preparado concienzudamente, a los que ella contestaba con monosilabos, yo intentaba por todos los medios que no me hablara de mis contactos.
Fuimos a bailar en una terraza con vistas al mar, con el violinista de antes.

Luego ya muy avanzada la noche, tras casi suplicarle lo que no está escrito, y repetirle una y mil veces lo buena que estaba, que su gordura era aparente y casi seguro, debido al patronaje de la ropa...

Qué el olor corporal hediondo, era provocado por un basurero municipal que estaba cerca de la localidad, que el vello facial que cubría sus mejillas, le daba un toque original, al igual que la hermosa verruga que adornaba su nariz, accedió a que le hiciera una gran lamida de bajos, en una habitación de un hotel 4 estrellas, previamente reservado, luego le hice el amor cuatro veces esforzándome al máximo.....aprovechando que había comprado una caja de seis botellines de bebida energética y digo bien 'le hice' puesto que ella no colaboró lo más mínimo, se dejaba querer y que la tratase como una diosa, improvisando piropos acerca de su gracilidad.

Por último al acabar nos despedimos y me dijo que no estaba mal, que estaba dentro de la media de mis contactos....
-¿? ¿la mediaaaaaa? ¿solo eso?
-si

Al cabo de unos días ....en el mundo real

¿Marlene? ¿Sabías que eres la única del equipo de basquet femenino que aún no me he tirado?

-Zaaaaaaaaaas !! (bofetón)

Vaya......veo que esto no siempre funciona

jueves, 16 de octubre de 2008

¡¡Me ha pasado una cosa horrible!!
¡Aún estoy temblando!
Mis sospechas se han hecho realidad, he estado pensando sobre ello, para averiguar en que momento la perdí, en que momento empezó a separarse de mi a desobedecerme.
Durante estos pasados días, rehuía mirarme al espejo, lo que me parecían terribles alucinaciones se lo atribuía a mi falta de sueño, últimamente mi imagen reflejada no me obedece como debería, es decir con fidelidad y con exactitud, va totalmente a su aire, empezó con pequeñas muecas, luego con sorna, cuando creía que yo no miraba, me sacaba la lengua, o me dedicaba una mueca.


Al principio pensé que dichas muecas me pertenecían, eran tics nerviosos provocados por el subconsciente, de los que yo no era dueño, claro después de tanto tiempo conviviendo con ella y acostumbrado a su ciega obediencia, daba por hecho que no tenía vida propia.
En algún escaparate de camino al trabajo, miraba de reojo y disimuladamente mi imagen detectaba que la miraba y acababa por saludarme, agitando la palma de la mano, y dedicándome una amplia sonrisa burlona, lo cuál me hacia bajar la vista inmediatamente avergonzado, era el colmo que mi propia imagen aparte de tener vida propia, se tomara ciertas libertades, dejándome ciertamente en evidencia delante de los demás, que pensará la gente de alguien que como yo, no puede controlar su propia imagen.

Hoy fui a comprarme unos jeans en el Corte-Inglés, cuando ya estaba con unos cuantos modelos en el probador y había bajado mis viejos pantalones por debajo de la rodilla, en el momento más inapropiado, me vi reflejado en el gran espejo frontal, intentando capturar algún pequeño fallo en mi duplicidad visual, me miró a los ojos y descaradamente, abandonó el espejo, deslizándose por un lateral sin ningún miramiento, a través del lado que le correspondía entró en el espejo del probador continuo, lo deduje por un grito aterrador que surgía al lado mismo.

Me había quedado ahí indefenso, no podía ni siquiera ver mi cara, delante de un cristal que solo reflejaba las pequeñas paredes de madera y una percha con tres pantalones, no podía arriesgarme a perder de esta forma mi imagen, de modo que salí precipitadamente del probador y me dirigí a las cortinillas de al lado, sin darme cuenta de varios pequeños detalles, por ejemplo que estaba en calzoncillos, y que debido a los pantalones por debajo de la rodilla, debía desplazarme dando saltos como un pingüino histérico, braceando para no caerme, entré en el probador de al lado, había una chica semidesnuda, mirando horrorizada como su propia imagen se besaba, con el reflejo de un tipo sin ropa, que casualmente había entrado dando tumbos a invadir su intimidad, casi no reaccionó a pesar de los gritos de la encargada, una cincuentona vestida de negro, que se había percatado de mi incursión en un probador ajeno, pensando que era una especie de pervertido.........

Detrás de los gritos, llegaron los golpes, entraron 2 hombres fornidos encargados de la seguridad, seguidos de la dependienta, intenté rapidamente duplicar lo que estaba haciendo mi imagen reflejada, no fuera que nos llevasen a un centro de desintoxicación colectiva, de modo que ahí estaba yo imitando a mi reflejo......

Pero ya era un poco tarde, sentí como mis piernas no tocaban el suelo y nos sacaban entre unos musculosos brazos, antes de salir pude apreciar como yo mismo me sonreía desde detrás del espejo y me lanzaba un guiño.

-¿Aaaahhh entonces se conocían esos dos?
-¡Pero que cara más dura! ¡Qué se vaya a un puticlub el pervertido ese!
-¡ Claro la crisis inmobiliaria! ya nadie se puede comprar un piso

La chica seguía horrorizada entre mis brazos, nos vestimos como pudimos y entramos en la primera cafetería, mientras nos estábamos tomando una tila tranquilizadora, nuestras respectivas imágenes, esta vez en la cristalera, ligeramente difuminadas por la luz del exterior se daban la mano, instintivamente cloné aquel gesto, ella dejó muerta su mano en la mía, ahora no nos atrevíamos a separarnos para no enfadar a nuestras imágenes, no se fueran a perder entre las luces de la ciudad....




Aquél día me pidió que la acompañase, al fin y al cabo eramos los parientes más cercanos, de nuestros reflejos que habían caido enamorados, lo cuál nos daba una cierta complicidad, fuimos a su apartamento, para que nuestras imágenes estuvieran en un lugar recogido, a salvo de miradas indiscretas, apenas podíamos hablar, aquella situación nos superaba ampliamente...... Nuestras imágenes traviesas hicieron de las suyas, siguiendo las sombras crecientes, provocadas por los haces de luz de los faros de los coches, nuestras figuras, sombras chinescas contra la blanca pared, se desnudaron una a la otra, yo en silencio desnudé a aquella mujer lentamente la verdad es que me gustaba su blanca piel, ella hipnotizada obedecía a su sombra, arqueaba su cuerpo como un junco, mientras mi sombra y luego yo, le besaba el cuello, llegó a gustarme saber lo que iba a pasar, era hacer el amor en estéreo, como una película que hubiéramos visto cientos de veces, replicábamos paso a paso, a escasos segundos de retraso, cada acción, cada pose, la ropa yacía amontonada enredada entre nuestros pies....




Obedeciendo a nuestras sombras silenciosas, besé sus desnudos muslos blancos y suaves abiertos para mi y ella luego los mios e hicimos el amor tiernamente sobre la mesa del comedor.....tal como sugerían nuestras réplicas. Fue la orgía más maravillosa que recuerdo, sin celos posibles, dos parejas que se conocían mejor que hermanos .....

Poco a poco llegué a acostumbrarme al libertinaje de mi reflejo, deseando que fuera más allá en muchas ocasiones, en otras se quedaba corto, al fin y al cabo era cómodo no tener que decidir, con el paso del tiempo me convertí en la imagen de mi reflejo, solo tenía que esperar que hiciera las cosas para yo replicarle....hablaba con quién el hablaba y le obedecía ciegamente sin plantearme nada.

Después de darle muchas vueltas, sea como fuere, aquí estoy buscando, intentando comprender que me está pasando, cuál será mi futuro ahora, quizás no sea lo que yo había pensado o quizás si, a veces no se si soy yo el que actúa en mi vida o mi rebelde reflejo, ahora me dejo llevar cómodamente, y cuando este guión de mi vida no se corresponde con lo que quiero, creo que yo siempre había sido el reflejo, era yo la imagen y él la realidad ........el caso es que ya nada será igual.




Lo que nunca sabré es si ella es imagen o realidad.....por si acaso no le pregunto.




miércoles, 8 de octubre de 2008

Algo iba mal.

Notaba que las cosas no encajaban, pero resulta que el que no encajaba en las cosas era yo.


El coche arrancó, sin mediar palabra, antes de que pudiéramos subir Marlene y yo, ver alejarse el coche con mi amigo Jairo en el maletero, escondido entre cientos de cartones para proteger huevos, perdiéndose en la oscuridad de la noche, mientras conducía mi mujer Paula, no presagiaba nada bueno.

Jairo, me había llamado angustiado días atrás, pensaba suicidarse, lo tenía todo decidido, quería morir de axfisia por falta de oxígeno, de modo que nos reunió a su mujer, Marlene, a mi su mejor amigo y a mi mujer Paula, nos dimos un último abrazo y mi mujer le dio un beso, (tengo que decir que los besos de Paula son especiales y diferentes a los conocidos).

Decidió encerrarse en el salón de su casa, cerrar las ventanas y esperar sentado tranquilamente en el sofá, naturalmente dicho método me pareció bastante inusual y poco efectivo, pero no iba a facilitarle las cosas, al fin y al cabo no me apetecía que mi amigo muriese.....tal vez unos días mas en este mundo le hiciera cambiar de parecer.

Al cabo de varios días y varios intentos, con barba de varios días, comprendió que si no aislaba totalmente la habitación, era imposible, además cada día nos fundíamos en nuevos abrazos de despedidas y el consabido 'último' beso de Paula.

De forma que decidió que se ahogaría en el maletero de mi coche, para evitar molestias subiriamos todos en el mismo y una vez dejase de respirar, le enterrásemos en algún lugar lejano y tranquilo. De modo que compramos unos cientos de envases de cartón para proteger huevos, para que sus últimos momentos fuesen sin moratones, se desnudó y se metió en el maletero entre los cartones, antes de cerrar le dí un último abrazo.

Paula le dió un beso tal vez más largo de lo habitual, pero claro pensé que era el último, que menos que se fuera de este mundo con un buen sabor de boca.......y desde luego ella podía dejar un sabor así durante horas.

Ahora estábamos Marlene y yo, ahí de pié, solos, envueltos en la noche, sin saber que hacer, el plan no era el previsto. Esperamos en vano durante una hora, ateridos de frio, que volviera el coche.
Marlene, la chica del pelo de cobre, me pidió dormir en casa con los ojos lagrimosos, no sabía si era su primera noche como viuda, o como mujer despechada, de una forma comprensiva accedí, al fin y al cabo yo estaba en su misma situación.

Aquella noche no pude dormir. Recuerdo perfectamente haber pasado las horas dando vueltas, insomne, sobre la cama, si al menos pudiera entender algo. Cuando era ya muy tarde pude al fin cerrar los ojos, y tener otro de esos sueños en que Jairo ya muerto, me llamaba al móvil y me contaba los secretos de la vida eterna.

Debía ser muy buena la vida eterna, pues noté como las manos de unos ángeles (no se cuantos) me bajaban el pantalón del pijama y con gran dulzura, acariciaban mis muslos, luego agarraban el tronco de mi pene y subían y bajaban la piel, muy lento y silencioso, luego la quietud, otra vez sonaba el móvil de Jairo y más secretos eternos, rodeados de luces blancas y de indefinición...... mientras mi pene parecía dotado de vida propia y su piel subía y bajaba.
Luego noté como entraba y salía en una especie de cueva de muros blandos, eran húmedos con una temperatura muy agradable, dichas paredes se abrían y cerraban contra mi pene, y cuando más lo apretaban, lo empujaban hacia su profundo interior, para luego dejar su presión, pero no su contacto, permitiendo que saliera hacía la embocadura, siempre de una forma muy armónica, muy suave, no era un sueño sexual o al menos eso me parecía a mi, el caso es que noté como una especie de lava espesa, fluía en mi interior, sin que yo la dominara, arrancándome un placer terrible por donde pasaba, y un vacio terrible al escapar. Ya despierto, preguntándome entre legañas el significado de mis sueños, me incorporé entre las sábanas y apareció el pelo cobrizo y detrás de él, Marlene , se incorporó lentamente a mi lado, con cara de culpabilidad, en sus labios aún quedaban restos de mi leche, me pidió perdón por no haberme consultado, pero no podía dormir, la abracé y le hice el amor dulcemente.

Dormimos, al día siguiente se fue y no volví a saber más de ella, hasta que un día decidí llamarla .....

Más adelante supe que el beso de Paula, hizo que Jairo amara la vida. Lo entiendo porque a mi me despertaba constantemente las ganas de vivir.

sábado, 4 de octubre de 2008

Una mujer está en el baño, desnuda, su ropa seca está sobre el suelo mojado.
Mientras la ropa va absorbiendo poco a poco el agua....Sus rizos largos impregnados de agua y jabón, adornan sus hombros, se enjabona lentamente absorta en sus pensamientos.
Sus curvas son acentuadas, de piel anaranjada y cabellos cobrizos, sale tal y como la trajeron del mundo del baño y se dirige al acogedor salón de su cuidado apartamento, en ese momento suena el teléfono y...
Sale precipitadamente de sus pensamientos dirigiéndose al comedor.
Las pisadas se van marcando en el mármol de la estancia, formando un camino de agua mezclada con jabón, sus manos están temblorosas cuando coge el auricular, esperaba esa llamada, sabe la pregunta y ha pensado una y mil veces la contestación.....





Se detuvo un instante y una sonrisa se dibujo en sus labios; miró a su alrededor y sus ojos se posaron en la pared; decenas de fotografías expuestas, expresiones que habían sido captadas por la cámara .. se la veía pensativa....; enojada..; amorosa..; sensual:..... pero de pronto sus ojos se dilataron .....

El auricular se le escapó de las manos provocando un ruido estrepitoso al caer sobre el mármol. Sintió un terror súbito y arrebatador. Apoyado en la columna que sostenía sus innumerables libros había un hombre observándola..

El rostro del hombre se fue desvelando a medida que la luz de un coche acariciaba las hojas de la persiana y entraba en la estancia, su tez morena por el sol, aquella cicatriz .....Desde el auricular se oían unos gemidos aterradores....la expresión de la mujer estaba descompuesta...Mientras tanto el hombre se acercaba más y más a ella dejando huellas de barro, y ella lo único que distinguía era esa llamativa cicatriz, cual traía sensaciones incómodas y hacían que se le erizara el vello de su húmeda piel....
-¡¡ Marlene !! dijo él entre susurros mientras acercaba su mano temblorosa hacia el pelo de ella.......era una mano grande y bien cuidada, era la mano de un cirujano que no pegaba con la tosca expresión de su semblante,
- ¡ Me han soltado de la prisión un año antes ! ¡ Cariño cuanto tiempo !

La sonrisa de la mujer se heló por un momento, las luces danzaban en la oscuridad, no había luna, y un viento frío soplaba y eso que la noche era cálida, un escalofrío recorrió el cuerpo de la mujer, su tez morena se tornó inmensamente blanca. Pero por encima de todas estas espectrales fantasías, estaba la que hacía referencia a una maldición que le aguardaba a quien se atreviese a tocar sus rojizos cabellos, el hombre no sabia de dicha maldición pues en la estancia en cárcel no había recibido noticias de ella.............

Nooo, aléjate de mí, Jairo! ¡Por favor no me hagas esto!

Soltó un grito inaudible por el terror que le oprimía la mandíbula, sabía lo que podría ocurrir si le tocaba el cabello. El grito desesperado hizo que el hombre la mirara estupefacto.
Tras esquivar su mano, ella lo observó detenidamente, sentía las piernas de goma ya no la sostenían.

¡Jairo había vuelto !. .

El hombre que tanto había amado de repente le pareció alguien desconocido, un extraño...había pasado demasiado tiempo desde lo ocurrido.....Su mano tembló había estado años soñando este momento su enmarañada cabellera roja era suave y un rayo de luz acentuaba el tono cobrizo de sus cabellos e iluminaba toda la
estancia pero tocarlos significaba caer en una terrible maldición.....

El que tocase aquellos cabellos sería deseado con locura por ella. Ella era consciente de esta maldición, ella la modelo que nunca había amado a nadie, la más admirada, desde luego no dejaría que Jairo le arruinase su carrera.

Acaso hay ¿ una maldición peor ? que el deseo irracional de alguien.

Ella notó como inhalaba profundamente el aire cuando el bajó el brazo ante ella.
No recordaba haber exhalado el aire, fue como si hubiera contenido el aliento durante todo el episodio...... Pero aquí estaba ella , ante él, le miró a los ojos y reconoció su deseo....

Conocía los sonidos que el emitiría, y sabía también su significado, se estaba acercando cada vez más. Entonces los dedos de el aferraron su cabello.............

Al ir a tocar el pelo, sonó una melodía hueca y metálica, en un viejo aparato de radio.
Su pelo era seda y al acariciarlo se enmarañaba más y más entre los dedos ....al cabo de un momento una masa informe de suave cabello rojo le envolvía, apenas podía abrir la boca para emitir gritos pidiendo auxilio. El pelo se enredó entre las manos inmovilizándolas lentamente, atrayéndolas hacía su cuerpo, poco a poco fue formando una envolvente elíptica asemejándose aun gran capullo de seda que le tapaba gran parte del rostro.
Una serie de caricias sensuales, imperceptibles pero vibrantes, atraparon todas sus terminaciones nerviosas, surgían de la raíz de su cuero cabelludo, y acababan en la punta de los pies, le temblaron los labios, le temblaron las rodillas, estaba sintiendo por primera vez el deseo.

Ella no quería

Ella intentó apartarse, observándose a si misma horrorizada, las sensaciones que acababa de sentir... pero sus labios buscaban los labios carnosos, duros y cortados por la lluvia del nuevo dueño de sus deseos más íntimos.
¡¡¡¡¡Entonces era cierto!!!!! . Ese era su castigo.
Lo besó dulcemente, Dios como había deseado a ese hombre.

;;