domingo, 19 de enero de 2020

Noté como me ruborizaba, la sangre me subía por la mejillas, en estos momentos debían estar totalmente enrojecidas, lo reconozco, estaba absorto en mis pensamientos y contesté sin fijarme.....o quizás por haberme fijado demasiado antes ....

Cuando ella se inclinó ligeramente sobre mi y me dijo con su voz sensual:

-¿Qué? ¿te pongo?

Fue un problema de tiempos, yo diría que entre el 'qué' y el 'te pongo' pasaron unos segundos
Contesté demasiado rápido quizás por estar en mis cosas, sin analizar ni la pregunta, ni el lugar y contesté automaticamente:



-Si, mucho.
























Ahora era tarde, entre la contestación esperada y la que salió de mi boca mediaba un abismo, me encontré a mi mismo, rojo como un tomate, mirándola de arriba a abajo, sus enormes pechos que desbordaban la camiseta, reducida minifalda, sus tersos muslos y su camiseta con alegre diseño mientras sus grandes ojos marrones competían con su sonrisa, parecían al unísono de mi creciente nerviosismo. Maldita sea la pregunta era: "¿que te pongo?" y no ¿Qué? ¿Te pongo? Un error fonético que me ha dejado como un lerdo que no sabe distinguir interrogantes y comas dónde no los hay, ahora que ella ya sabe de mi predisposición a su imponente físico..... estoy perdido. 

- ¿Y de bebida?

-¡No, no! Bueno si ...., pero es que había entendido otra cosa, de modo que sí me pones pero tomaré algo al margen de que tu me pongas o no.
Ahora la chica se le había abierto la cara y sonreía despreocupada, le divertía mi azoramiento.

-¿Entonces quieres que te ponga, algo?
-¿Aún mas?

Dale otra a vez a jugar conb los espacios, me encantaba como reía ella, ahí la desvergonzada ya puso una coma de su cosecha, supongo que debía pensar que yo era un lerdo, se abrochó el botón de la blusa al darse cuenta que la llevaba ligeramente desabrochada y sus generosos pechos podían provocar algún equívoco mas. Se agachó de nuevo sobre mi y con su hermosa voz me dijo:

-Si quieres mirar solo tienes que decírmelo.

Al ver como se me desorbitaban los ojos, hizo una pausa eterna y se sacó el menú que llevaba oculto en la parte trasera y lo dejó sobre la mesa.

-Por cierto el menú también se puede mirar.

Mientras me guiñaba un ojo, me pareció que el aire de las pestañas me azotó la cara, agradecí esa brisa sobre el rubor intenso.

-Si miraré (la carta) tomaré una Coca-Cola y unos cacahuetes.
-Puedo pelártelos si me lo pides .....
-No hace falta ya lo haré yo.
-En ese caso supongo que también querrás que te de una buena paja.
-Si, claro
-Vale, pues luego paso

Miré la Coca-Cola ..... ya tenía la pajita puesta, pero ella ya se había ido corriendo, se giró desde la puerta sonriendo simpaticamente.

Lo peor fue al final cuando le pedí:

-¿Me pondrás un café con leche?
-¿Caliente?
-Si
-¿Y la leche?

Ahí ya explotó en una carcajada, un bar al que ya no he vuelto.







7 Asuntos :

Ginebra Blonde dijo...

Bueno, el cliente también participó en el lío eh¿?...

Por mi parte, encantada de liarme y disfrutar con tus letras ;-)

Bsoss y feliz semana!

Clip dijo...

jajaja pues si y yo encantado de que te líes, muchos besos !!

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...


He disfrutado de esta conversación, como vecino que se sienta a la mesa.

Magnífico asunto!

Anónimo dijo...

Desde luego este malentendido tiene su gracia, se nota que era tímido el muchacho.....

PEQUENOS DELITOS RENOVADOS dijo...

Mal entendido o bién entendido...
Te pongo... y después... pongo la leche!!!!
Quieres?
Yá te sigo!

Clip dijo...

jajaj si mal que quizás sea bien, saludos pequeños delitos !!