martes, 24 de octubre de 2023

Se fuga la isla
Y la muchacha vuelve a escalar el viento
y a descubrir la muerte del pájaro profeta
Ahora es el fuego sometido
Ahora es la carne, la hoja, la piedra
perdidos en la fuente del tormento
como el navegante en el horror de la civilización
que purifica la caída de la noche
Ahora la muchacha halla la máscara del infinito
y rompe el muro de la poesía.
Alejandra Pizarnic



-¿De modo que eras tu?


Llevo días intentando averiguar porqué aparecen unas pequeños pies dentro mis huellas, deshago el camino una y mil veces, y no veo a nadie, me estaba agobiando.

-Perdona por robar tus huellas. Pero me gustan tus itinerarios inesperados por la orilla, dar saltitos cuando aceleras, pararme exactamente donde se juntan tus pies, mirar lo que miras según la dirección, sentir lo que sientes cuando una ola te moja.

-Podías habérmelo dicho, no tengo inconveniente en que me acompañes.

-Ni hablar, no es lo mismo, me gusta meterme en tu intimidad, prefiero saltar al mismo tiempo que tú, imaginar cuando esquivaste esa ola para no mojarte los pies, andar a pequeños pasos cuando tus pensamientos te absorben, es como meterme en tu cabeza, sentir y ver por tus grandes pies.

-¿Y que haces cuando me siento en la gran duna?

-Espero escondida y luego replico tus gestos cuando te vas, me siento en el huecograbado de tu espalda, aún caliente, hundo las manos en la arena y dejo que los granitos se escurran entre mis dedos y hago montañitas sobre mis muslos desnudos como haces tú, me gustan esas caricias de la arena aún caliente .....


-Calla, no sigas hablando, acércate.

3 Asuntos :

Albada Dos dijo...

Esa manera de usar la rena de la playa es muy original. Tras laguien :-) Un relato interesante y original.

Un abrazo

Erik dijo...

Interesante.

Me gusta.

Costa Rica dijo...

I appreciate the sincerity and authenticity that permeate your writing.