martes, 7 de abril de 2009

Sonidos Nocturnos

La propuesta es dedicarnos a oír una de las mejores músicas que hay, la naturaleza, por la noche a parte de que el aire huele a aire, resina, tierra mojada, se puede escuchar el silencio. Ese silencio se rompe al escuchar, ciertas aves nocturnas. Digo esto porque todos los años, a partir de estas fechas, cuando tienes que comenzar a dejar abierta la ventana por la noche, y trasnochas por el motivo que sea es disfrutar del canto de la Poco a poco vas distinguiendo tantos ejemplares como atención prestes, rondando por ahí tan alegremente. A veces se suman a la fiesta gorriones despistados.
Sea como sea, y si alguna vez os habéis despertado en una tienda de campaña muy de mañana por el canto de algún ave, seguro que era un mirlo. Su canto, un placer escucharlo.
En fin, para los que no tengáis cerca una lechuza, un autillo o un mirlo, Aunque hay que ir con cuidado también hay otro tipo de 'pájaras' que se pueden oír en el bosque.....las ninfas, si te pillan estás perdido. Si alguna vez por alguna casualidad os habéis despertado en medio del campo, en una tienda de campaña o sin ella, al amanecer y oís el canto de algún pájaro, seguro que será un mirlo, su trino tiene atributos similares a la música hipnótica, escucharlo es deleitarse.

Sin embargo no hay mejor música que la que se destila del bosque en el ocaso, cuando el aire huele a aire y el pino a resina caliente.

Ya entrada la noche, a través de la tierra mojada se puede disfrutar del silencio, roto por los sonidos fantasmagóricos de ciertas aves nocturnas.


Poco a poco el oído va separando las notas, los pájaros usan la siringe, el equivalente a nuestra laringe, lo que les permite disponer de dos cámaras que les deja emitir dos sonidos simultáneamente, que se van conjugando armónicamente distinguiendo tantas especies como atención prestes, mirlos, canarios aflautados, gorriones despistados, o el sonido majestuoso de los búhos.




Estaba tan absorto intentando identificar los sonidos que hasta me pareció oír una especie que no reconocía, entre tanta fiebre de sonidos distinguí el ritmo incansable de un pájaro carpintero pero mezclado con el aullido de un gato, me enfilé por un sendero que conducía a una especie de explanada entre la densa espesura de un bosque y presté más atención.


El sendero estaba flanqueado de peñascos atormentados por el sol y el fuego del cielo ardía en la tierra, ahora se distinguía claramente un gemido ansioso y repetido, me acurruqué entre las ramas del último árbol antes de un pequeño claro en el que se veían unas grandes piedras negras, unas estaban enhiestas y otras tumbadas en el suelo, me quedé sin aliento.


Encima de una de esas piedras celtas, una mujer se entregaba a un extraño ritual, se frotaba completamente desnuda contra un menhir que tenía forma de falo, enlazada la piedra con los muslos hasta formar parte de la misma, aplastaba su sexo contra la superficie áspera del megalito, subía y dejaba bajar lentamente con el empuje de sus redondeadas piernas, sus muslos eran redondeados y parecían formar de esta escultura viva, me estremecí por el deseo y una corriente eléctrica recorrió mi espalda.  


Su cuerpo desnudo se retorcía ante mi, una de sus manos atrapaba con fuerza la muñeca contraria y sus brazos de piel blanca exquisita rodeaban la piedra como dos serpientes que se mordían la cola, se retorcía en cada embate, sus cabellos de oro brillaban por el sudor y golpeaban su espalda rítmicamente como espoleada por un látigo de hilos de seda, el aire parecía estar paralizado ante aquel espectáculo de pasión desenfrenada.
Inesperadamente lanzó un grito, sacudida por un espasmo, se dejó resbalar poco a poco al suelo hasta donde estaban sus ropas.

Se repitió la escena en días sucesivos, en el ocaso del cuarto día justo en el momento en que se desnudaba, cuando iba a abrazar la piedra salí del bosque de puntillas intentando dar una imagen espectral y andando con toda la parsimonia de la que era capaz, con una rama de olivo en una mano, ataviado solo con una sábana blanca cruzada sobre el pecho, buscando el contraluz y dejando que la fantasía y la sombra alargada se escurriera entre las piedras dando una imagen enigmática y a la par majestuosa.

-Pero ¿Quién coño eres tú?
-Kévix (Dios de la Tierra Seca), le entregué la ramita para confirmarlo.

Contesté ahuecando la voz, como si de un Dios se tratase
-¿Entonces mi sacrificio ha funcionado?
-Si, serás muy fecunda a partir de ahora, pero aún te falta el último sacrificio.

Se desnudó y allí mismo apretada su espalda contra la piedra en forma de falo, aún caliente por los rayos huidizos del sol, buscó bajo la sábana y tomó mi atributo con el respeto que exigía una ceremonia entre dioses y humanos y se la introdujo lentamente entre sus ya húmedos muslos, cuando entró suavemente esta vez me abrazó a mi y su dulzura dejó paso a una furia incontrolada, quería quedar bien como representante de las humanas, sus largas crines doradas, empezaron a tener vida propia y acabó aplastada con mis embates como una mosca ante el cristal, contra aquella pared monolítica, exploté en su interior como nunca antes y nuestros gritos fueron contestados por pájaros, ranas, grillos y saltamontes en un festival sonoro nunca oído.



Después nos vestimos tranquilamente.
-Oye ¿y esta bici? ¿desde cuando los dioses van en bici?
Curiosamente apareció mi ropa al lado, creo que había descuidado un pequeño detalle logístico. Todo mi montaje ya no se sostenía......





Cuando vayáis por el bosque prestar atención a los sonidos, las ninfas, si te pillan estás perdido.


PD Para leer este post os recomiendo quitar la música (cruz roja navegador), apagar todas las demás páginas e ir activando todos los sonidos, para recrearnos en esta noche mágica veraniega.


3 Asuntos :

Etèria dijo...

Sabes, a mi me encanta escuchar duendecillos susurrándome al oído... ¿O son demonios...? Bueno lo único que se es que lo que más me gusta es no tener que esperar a la primavera para escucharlos.

Besos

charlotte dijo...

Me encantó esta entrada, que no es usual, pero sabes, en la noche he encontrado sonidos maravillosos inigualables, esos sonidos van acompañados (por defecto) a otras cosas, como sea, me a encantado y gracias por hacerme encontrar con mis lunas, un beso grande!

Anónimo dijo...

MARAVILLOSO!!!

Me encantó la calidez y la generosidad de tu puente de sonidos para que descubramos tus espacios los que habitamos lejos.

Nooo! entonces retiro lo de la ninfa (me falta la energía para estar a esa altura).
Te buscaré en el bosque pero a pura humanidad nomás ja ja ja!!.

En serio, Bello, muy muy bello.
Gracias.