-Entré de puntillas sin hacer ruido.
-No se como estaban las llaves de su apartamento en mi bolsillo derecho de la gabardina, ni porqué la dirección estaba escrita en mi antebrazo con tinta indeleble.
-Dejé la maleta en la entrada.
-Atravesé el pasillo como si me conociera la distribución de la casa de memoria y la encontré a ella, de
espaldas, afanándose en la corrección de unos textos en el ordenador.
-Me quedé un buen rato apoyado en el marco de la puerta admirándola, su espalda se movía acompasadamente mientras hablaba sola y tecleaba con rapidez.
-Me acerqué y con la mano izquierda tapé sus ojos.
-Fue curiosa su reacción, no dió un respingo, ni gritó, parecía que lo estuviera esperando.
-Luego .... noté como sonreía.
-Puse mi boca entre su cuello y su oído y siseé para que guardara silencio.
-Metí mi mano derecha debajo de su blusa blanca y alcancé la tela de su sujetador con los dedos, recorrí brevemente aquellos pechos turgentes, siguiendo el acabado de su lencería, acaricié su piel colando dos dedos bajo la tela..... suspiró levemente.
-A través de su cuello y el escote abierto me llegó una tibia ola de calor, procedente de su cuerpo, sus mejillas estaban encendidas y las aletas de la nariz temblaban como mis piernas ahora, ¡Dios como la quería! ...... me incliné por detrás para besarla y no pude reprimir mi curiosidad para leer lo que estaba escribiendo con tanto ahínco.
-Di un salto hacia atrás asustado, el texto empezaba así:
"Entré de puntillas sin hacer ruido.
No se como habían aparecido las llaves de su apartamento en mi bolsillo de la gabardina, ni porqué la dirección estaba escrita en mi antebrazo con tinta indeleble.
Dejé la maleta en la entrada. Atravesé el pasillo como si me conociera la distribución de la casa de memoria y la encontré, de
espaldas, afanándose en la corrección de unos textos en el ordenador.
Me quedé un buen rato apoyado en el marco de la puerta admirándola, su espalda se movía acompasadamente mientras hablaba sola y tecleaba con rapidez."
-De este modo tan cruel comprendí con horror que no existía, era un personaje producto de una mente alambicada, pero ya era un poco tarde solo pude sentir el mazazo de 2 teclas sobre mi piel como un tatuaje infernal....
CTRL+Z
y ya no recuerdo nada más, solo que ... entré de puntillas sin hacer ruido ......
Etiquetas: cuento , recursividad
4 Asuntos :
Una rueda de realidades superpuestas, o falsedades en hilera :-)
Muy bueno.
Gracias Albada, la recursividad puede ser muy inquietante .....
Si pero es que como quiera que hemos echo algo así mas de una vez es difícil sustraerse a lo que la cabeza a veces por su cuenta nos trae.
¡Joer! como recuerdo eso y como la quería....
Salud
Ya sabes que las ausencias nos hacen valorar mas las presencias, creo que las disfrutamos poco cuando están .....
Un abrazo o dos !
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