sábado, 15 de febrero de 2014

El maître haciendo gala de toda la pomposidad posible, después de los postres presenta un plato cuyo contenido permanece oculto con una campana plateada.  
- Esto es para vd. sra. obsequio de la casa
- ¿Unas medias rotas?
La mujer en esos momentos de tensión, enrojeció por momentos, es esa situación que todos hemos tenido en la vida en la que deseas que se te trague la tierra y desaparezcas de una vez.
Ahuecando la voz explica el encargado:
- Es que al cambiar las flores aparecieron entre las hojas, al principio pensábamos que era el fruto del trabajo de una araña gigante, pero una empleada dice que la semana pasada vd. las dejó en el jarrón lo cual le provocó un cierto estupor.
- No se de que me está hablando.
- Cariño, no me dijiste que mientras estábamos comiendo un gato te estuvo arañando las piernas.
- ¡Si! Ahora recuerdo, un gato si, primero debió desgarrarlas y luego estirar como si fuera un ovillo, el caso es que no me dí cuenta y me quedé sin medias.



... ooo 0 ooo ...


- ¿Pero este tenedor de donde lo has sacado? ¿No es de ese restaurante que fuimos la semana pasada?
- Anda que despistado, me lo dejé olvidado en el bolsillo del pantalón
- Que raro, está limpio y huele al perfume de la mujer de mi hermano. 



PD: 
No es por nada pero yo leería el post anterior y uno de los habilidosos comentarios, para poder entender los entresijos de este post. 

1 Asuntos :

Amie dijo...

Me has echo soltar una carcajada gigante :D. Eres único... !

Me encanta!... le das unas vueltas "al asunto" como pocos podrían hacerlo...

Un beso, ya sabes... de esos.