Cada vez que te leo y prometí que no lo haría, te imagino, el tiempo se detiene y me dice adiós con educación infinita entonces mis labios se resecan, se van transformando en un río en mitad del desierto, al que el sol acaba por secar por completo hasta dejarlo como un gigantesco hueco en un árido paisaje que el viento terminará por erosionar, soy como la tierra seca que queda agotada después de los cultivos y necesita la lluvia fresca.
Mis ojos lanzan un anzuelo a ese mar que es el terreno que pisas, en el que tu eres el manjar que añoro, mi mirada queda anclada en tu cuerpo con las redes del eros intento retirarte de la inmensidad del océano, pero tú te me escapas y vuelves al profundo azul. Tus piernas van deformándose en cola de sirena que se arquea una y otra vez y provoca maremotos de confusión en mi cerebro.
No es posible mejorar con un texto las sensaciones que produce esta canción.
Letra, música y contraste de voces y por supuesto título.
¿Cuantas veces nuestro corazón angustiado ha hablado así a nuestra mente?
Etiquetas: Musica , sensualidad
Entre los sencillos sofás de tapicería verde de la sala de espera, las miradas se cruzaban inquietas, en silencios rotos por los quejidos del último paciente que desapareció misteriosamente en la consulta, el daño debía ser tan brutal que parecía de su garganta brotasen varios juegos de cuerdas vocales capaces de suministrar tal riqueza de tonos para sus lamentos, entremezclados con los ruidos de mini aspiradores, chorrillos de agua y tornos chirriantes, típicos de la aterradora sala del dentista, los rostros de los resignados pacientes mostraban su miedo y sus rodillas se apretaban entre sí para evitar que el castañeo les delatase.
Después de una lectura detallada, vamos a empezar por los errores detectados:
Corregiremos algunas cosillas antes de la publicación del relato definitivo mas que nada para evitar que su imaginación vaya por derroteros indebidos, debido a mi poca pericia como escritor.
-Ni hablar yo de aquí no me bajo.
-¿Cómo dice?
-Qué de aquí no me bajo ni loca.
-Debe usted apearse por favor.
Estaba estupefacto, era la primera vez en su dilatada carrera profesional que un cliente se negaba en redondo a bajarse del taxi....
-Mire usted, la carrera es de 17 €, yo no puedo hacer nada y necesito que usted se baje para seguir trabajando.
-La culpa es suya, por poner esta música, estoy agobiadísima, deprimida, tengo un montón de laborales y vd., si vd. ...me encuentro en un lugar que me transporta con su música sinfónica, y además exclusiva, el único concierto de 'Rick Wakeman Journey to the Centre of the Earth', no puedo salir de aquí estoy paralizada, su vehículo me ha devuelto la magia que me falta, ¿Pretende vd. que yo me vaya ahora? ¡Ni hablar!
-¿Entonces le gusta la música de ambiente que llevo en el taxi?
-¿Gustarme?. Me vuelve loca, lléveme a donde sea pero quiero oír el concierto entero.
Tragó saliva, a él le gustaba poner la música que le hacía evadirse entre las montañas o penetrar hasta el fondo de las mismas, era como viajar a través del alma, y por fin alguien entendía lo que él sentía, una extraña.
-Verá vd., la música para mi es una escapatoria, por eso no doy conversación a los clientes, pongo la música y observo disimuladamente sus caras, sus gestos.
-Tu taxi es un micromundo y me gustaría que me invitase a entrar en él, me ha puesto la miel en los labios.....lléveme a mi una hora más, por favor.
De modo que ella conoció con otro punto de vista los rincones mas maravillosos de la ciudad por alguien que la recorría a diario y se dejó llevar por las sonidos de orquestas y composiciones que jamás había oído mientras escuchaba atenta las peripecias para obtener determinados CD's únicos y piezas valiosas de coleccionista.
Vieron el atardecer desde un pequeño restaurante en el puerto con vistas a los barcos pesqueros y las redes desordenadas sobre el muelle.
Al salir la llevó a casa el no quiso cobrarle pero ella insistió en hacerlo, pero le pidió la dirección puesto que no llevaba tal cantidad encima.
Al día siguiente ella fue a buscarle a su casa pero él, tozudo no quiso cobrar por lo que ella no tuvo mas remedio que pagarle con creces todas las sensaciones con otros sentidos especiales que solo ella disponía....
Aquel día de verano tuvo la ocurrencia de consultar en el parque al 'canario de la suerte', simplemente se dejó llevar pués no creía en absoluto en esas patrañas pero le pareció divertido.
El alegre pájaro obsequió a cada uno de sus amigos con un dulce canto y con la patita atrapaba un cartoncito con un verso sobre el amor, el trabajo, el destino, la salud, todos sonreían siguiendo el juego y fantaseando sobre su buena fortuna. Cuando llegó su turno el canario enmudeció, se limitó a entregarle el cartón que le corresponía.
Enmudeció, la sangre por un instante dejó de circular por sus venas y su cara palideció de repente. Sus amigos se burlaron y empezaron a conjeturar con posibles desgracias.
Esa situación no podía ser, algo andaba mal, los dueños de estos pájaros cantarines, procuran que siempre haya mensajes felices pues en caso contrario la gente los ignora. Definitivamente algo andaba mal, pasadas unas horas su mente le atormentaba y decidió regresar a consultar al pájaro pero esta vez solo.
Tampoco cantó, pero le entregó el mismo terrorifico mensaje.
El hombre se sintió humillado por aquella criatura tan dulce con algunos y tan cruel con él, presa del pánico y la desesperación tomó la pequeña jaula del ave y la batió con fuerza no fuera que aquella criatura se estuviese burlando de él. El pájaro murió del susto y la jaula cayó al suelo.
El dueño del canario estaba fuera de sus cabales, ver a aquel tipo ensañándose con su pobre canario, sin pensarlo le hundió en el pecho los barrotes de la jaula destrozada.
A Ramiro le encantaba pasear por esa cala escondida entre las rocas.
-Actualmente, se barajan 2 hipótesis.
-Vaya al grano Ramírez
-Una de dos, o el esperma de este desgraciado produce un encogimiento metabólico hormonal, o bien esta enana estaba muy salida.
-¡Déjese de patrañas y ayúdeme a estirar! ¡Usted podría colaborar si acabase ya de una vez con esta puta erección!
Etiquetas: cuento , efecto , publicidad