domingo, 17 de julio de 2011































Un hombre de mediana edad de complexión fuerte
corre desnudo y lleno de vendajes por los pasillos del hospital, parece desorientado, una gasa oculta parcialmente su cara, intenta encontrar la salida desesperadamente, el rostro muestra muecas de terror y sus gestos son descoordinados.

Detenido entre tres enfermeros no puede dar explicaciones coherentes, habla de sueños y realidades, se muestra terriblemente confuso, cada mañana se encuentra mas débil, cree que alguien le está quitando la vida y alguien la reparte entre quien mas la necesita.



En el informe policial, denuncia que en repetidas ocasiones se despierta con una eyaculación brutal en mitad de la noche, como si una fuerza le absorviese las entrañas, al abrir los ojos siempre encuentra a una enfermera cerca de él que se relame y atusa la bata, él busca disimuladamente su propio semen entre las sábanas pero están totalmente secas, la empleada que nunca es la misma sonríe y se va...
El enfermo con el que comparte la habitación muestra una cara de profunda decepción.




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Se había corrido la voz entre el personal sanitario femenino que aquel hombre accidentado por un atropello de coche, tenía el glande con un sabor, aroma y textura extraordinarios, una mezcla de flores y miel.


Todo empezó por una casualidad, la enfermera que le ayudó a cambiarse de ropa por primera vez pues estaba débil y dolorido, comprobó que estaba muy bien dotado al pasarle una toallita por el miembro para limpiarlo bien, al frotarlo quedó un tanto maravillada con una simpática erección, acompañada de un perfume que invadió toda la habitación, por la noche después de administrarle los sedantes correspondientes y esperando que nuestro hombre se durmiera, decidió investigar mas a fondo y levantó cuidadosamente la sábana y procedió a frotarle la verga de nuevo, observando sus mágicas proporciones y un tacto increiblemente suave, como no se despertaba y aprovechando la oscuridad se la metió furtivamente en la boca, entonces comprobó que tenía un sabor delicioso y no pudo resistir la tentación de acariciarla con la lengua sin encontrar el momento para parar, un chorro de leche la devolvió a la realidad y quedó definitivamente absorta con aquel nuevo sabor, quedó maravillada se lo contó a su mejor amiga que naturalmente no se lo creía y quiso comprobarlo por si misma y al final le dio la razón, aquella habitación siempre olía poderosamente a flores, de modo que las auxiliares al pasar por la puerta preguntaban que pasaba, el rumor se extendió como la pólvora y las que aún no lo habían probado amenazaron con contarlo todo, de modo que se hicieron unos estadillos, para que todas las que quisieran pudieran comprobarlo por si mismas.


























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El no entendía porque a su compañero de habitación tenía siempre canalizada la atención de las enfermeras, cada vez que se dormía una enfermera entraba apagaba la luz y le practicaba una felación. El se hacía el dormido pero no había manera ¿acaso no se la podían hacer a él?. ¿Acaso aquí no cotizamos todos igual?


Se apartaba las sábanas dejando el miembro al descubierto, pero las enfermeras simplemente le tapaban de nuevo chasqueando la lengua y en cambio destapaban al de la cama contigua, se dedicaban por entero y con dedicación al cipote de su compañero de habitación, quizás debiera pagar algún tipo de complemento. El caso es que cada vez aparecía una enfermera nueva pero siempre hacía lo mismo que la anterior como si ya supiera de antemano lo que había que hacer.



Dejó de tomar sus medicamentos, se perfumaba constantemente, se hacía el dormido, empeoró su salud pero no se pensaba ir de aquella habitación hasta que las auxilares se fijaran en él.

19 Asuntos :

KKINNA dijo...

como siempre m sorprendes!!! con la boca abierta me has dejado...me maravilla tu mente. de donde sacas la inspiracion para tan fantasticas historias??? bss...

Amie dijo...

Un enfermo con suerte ... o no ... según como se vea... ;)
Como siempre una reverencia ante tus letras.
Un beso otra vez y otra vez ...

Ana Laura dijo...

Más que suerte parece una penitencia, el pobre no recuerda lo que sucede y se debilita cada día más. Muy original la historia, muy buena :)

Mixha Zizek dijo...

Vaya que enfermedad la suya y terminaban haciendole el favor y se quejaba.Aunque al final el enfermo ni se acordaba pobrecillo, Pero la segunda parte me arrancó una risa, el enfermo al que no le hacían nada y quería que se lo hiciesen jaja.

Me gusta esta historia, besos

Clip dijo...

kkina pues es un auténtico placer sorprender, pero creo que esto lo típico que pasa en los hospitales cuando cierras los ojos ;)

Clip dijo...

Amie, es una violación masculina en toda regla, jejeje que tenga buen sabor no creo que sea un buen eximente, me gusta que andes por aqui, te beso sin necesidad de que cierres los ojos.

Clip dijo...

Ana has dado en el clavo, es una especie de versión de los muertos vivientes que van entregando poco a poco la vida que les queda...
Me gustó mucho tu blog !!

Clip dijo...

Mixha nadie se acuerda del hombre que yace al costado del ¿afortunado? ya ves, el que quiere ser agasajado por las enfermeras ni caso y el que no quiere rozando el agotamiento.
Ya sabes que la vida transcurre indiferente aunque hagamos planes dieferentes, me gusta mucho que aparezcas por aqui. Muchos besos !!!

Iraunsugue_Eternia (Laura Butragueño) dijo...

Jajajaja que buenoooo!!! me ha gustado la frase del compañero de habitación "todos cotizamos" desde luego el enfermo tenía suerte aunque no fuese consciente de ello.

Anónimo dijo...

Puess a mí me han dicho que tengo sabor a mandarina.. :)=
A mí las flores no me gustan, pero reconozco que soy golossona, ¿y qué mosca diría que no a la miel?

Aunque reconozco que esas enfermeras mo debían ser muy buenas en su trabajo..porque se conformaban con dejar el trabajo a mediass..Y yo eso nunca lo permito.

Saludoss y silbidoss..

Clip dijo...

Iraunsugue_Eternia (Laura Butragueño) bueno como ves aqui todo es relativo, lo de tener 'suerte' o estar maldito por ser un mero objeto de diversión.

Si el compañero creo que es el que lo pasa peor viendo que nunca le toca a el.

Un beso

Clip dijo...

jajaja serpiente pues ten cuidado si te internan en la Seg Social no se repita la historia en versión femenina ...
Un beso silbante ...

Humberto Dib dijo...

Me gustó este blog, llegué por casualidad, pero me quedo por opción.
Un saludo.
Humberto.

lisebe dijo...

Pobre hombre si no se muere del accidente se muere por quedarse agotado !!! Pero como dirian por ahí.. ¡es que va provocando!! (lo mismo que dicen de las mujeres a las que violan) jaja. Quien le manda tener estandarte tan erguido y alto?

Un beso y feliz semana Clip

Novicia Dalila dijo...

Y en qué hospital dices que está ese pobre accidentado??? :P
La verdad es que no puedo imaginarme una polla que huela y sepa a flores de manera natural y pica - la curiosidad, of course -. ;-)
Me ha gustado tu manera de narrarlo, Clip. Pone sin sonrojar ;-)

Un beso

Clip dijo...

Humberto me ha pasado exactamente lo mismo con tu blog, me has sorprendido.
Un abrazo

Humberto Dib dijo...

Una historia fantástica, original y bien llevada...
Saludos.

Dame un besito dijo...

buena historia, sobre todo la narracion, ya tienes un seguidor mas

Chica Mala dijo...

Que historia más buena.
No sabía yo que en la seguridad social pasaran estas cosas...jeje ¿Seguro que el hombre corría confuso y desorientado? mmmmmm no sé, no sé.
Buen relato.
Besitos