Recuerdo aquella noche en que Els Joglars me invitaron a ver su espectáculo teatral 'M7 Catalonia', desde la trasera del escenario, un punto de vista inusual, prohibido para el público común pero con una mirada invertida de lo que se suponía debía ser visto. Había algo casi clandestino en observar desde allí, como si uno se convirtiera en voyeur de lo que ya era, en esencia, una representación.
En aquel montaje, una de las actrices se medio desnudaba de espaldas al público, como la modelo de esta foto, lo que significaba que lo hacía de frente a mí, no sabía si apartar la vista o aceptar el privilegio accidental de esa perspectiva secreta, han pasado años y por lo que veo, no lo he olvidado.
Ahora miro la foto de Mónica. Su espalda desnuda, el deslizamiento del satén, el juego de sombras y reflejos que traza la luz sobre su piel, pero lo que me perturba no es ella, sino los ojos en la pared. Seis pares de miradas, congeladas en distintos ángulos, clavándose como testigos mudos de un instante que, como mi recuerdo, se niega a desvanecerse.
Lidia y Mónica participaron en esta sesión con FahLoSue Esther Lobo, la fotógrafa creadora de esta imagen, la precisión con la que dispusieron las fotografías en la pared es admirable, la simetría inquieta, como si los ojos estuvieran allí desde siempre, aguardando la llegada de Mónica para que su presencia tuviera sentido.
En mi mente quizás la esperan a ella, la otra actriz, aquella de Els Joglars, aquella de mi recuerdo. Tal vez, en el fondo, miramos para ser vistos.
A fin de cuentas, ¿Qué es la memoria sino una pared cubierta de fragmentos congelados, dispuestos con una exactitud perturbadora?
Etiquetas: Esther Lobo , exhibicionismo , FahLoSue , fotos , miradas , ojos , voyeur
0 Asuntos :
Publicar un comentario