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Desde luego la chica no creo que le diga que no ....después de esto
Me desperté angustiado por culpa de que mi boca estaba cosida, mis labios secos pegados entre si, tenía mucha sed y deseé un trago de cerveza fresca, la garganta estaba pastosa, la saliva evaporada asomaba en la comisura de los labios, pasé la lengua para diluir esa especie de pegamento que sellaba mis bordes carnosos, me faltó el aire de repente como si algo habitual como respirar fallara y di un respingo, el traqueteo del tren me devolvió a la realidad, muchas gotas deslizantes de lluvia en los cristales, vaho en su interior, el sonido rítmico de las traviesas, en un movimiento, mis hombros toparon con los de la viajera que estaba sentada a mi lado, no hizo ningún gesto para separarse.
Podía ver el reflejo de sus labios carmín en la ventanilla, la oscuridad exterior convertía en un extraño espejo que combinaba los paisajes de árboles oscuros que pasaban a mil por hora, la Luna al fondo y no se por qué razón, sonreía sola con la mirada pérdida en la ventana, mirando lejos pero no viendo nada.
No se por que pero sentí que se ponía nerviosa cuando la miraba, pero lo raro es que no apartaba la mirada, luego miraba a su pareja, y su rostro se tornaba mas serio, jugaba con el pan, con las copas vacías y al cabo de unos minutos de miradas revoloteantes volvía a fijarse en mi, la situación me incomodaba pero me divertía me lo estaba pasando en grande fantaseando con los pensamientos que podía tener ella.
Pedimos la comida y yo pedí una cerveza 'Estrella Dorada' en botellín. Ella pidió una cocacola. De modo que empecé a jugar con la copa llena de cerveza en mis labios mientras la miraba, dejaba que la espuma tocase mis labios, que bajase por el cristal, mientras pasaba un poco la lengua por el borde, pero ella en lugar de incomodarse, metió el botellín en la boca y lo sacó lentamente, varias veces dejando que sus labios se doblaran voluptuosamente, abrazando el cuello de la botellas, sin dejar de mirar de reojo, yo ahora no podía parar de observar aquello, pensando en mi amante y en otras cosas, esto se había convertido en un juego peligroso, me arriesgaba a que su marido se molestara y mi pareja me pillara jugando con la vecina de la mesa de al lado, ella jugaba con la aparte de arriba de la botella rozando sus dedos suavemente por la botella manteniendo una mirada extraviada, sabía que estaba jugando conmigo.
-Depende -¿ Pero como que depende ? te estoy preguntando si me sienta bien este peinado
-¿Quieres hacerme más caso?
-Puede que si, puede que no....
Me cansé de parecer un memo, ahora la pondría yo nerviosa a ella, notaba que ella tampoco podía seguir su conversación coherentemente en su propia mesa, le aburría, a saber que estaría pensando, pero sinceramente me daba igual, mi intención ahora solo era desestabilizarla y jugar con mi mente imaginando que era mi amada. En el momento que me vuelve a mirar en un momento de distracción, zasss le lanzé un guiño uuff !!!. Por un momento se intercambiaron los papeles ahora la que había perdido la cordura era ella, le cayó la servilleta y luego con el codo tiró la botella al plato de pulpitos con salsa, casi se le cae, se había autodelatado sola.
Acababa de entrar en el juego !!!!. Por finnnnnnnnn !!! Ahora ya sabíamos las reglas, se prometía una velada interesante, ella quería jugar, así que se relajó apoyó su espalda en la silla y cuando nadie la veía, me puso una mirada seductora mientras apartaba su pelo del cuello con su mano bajándola suavemente por su cuerpo, aquello se estaba poniendo complicado. Me entró una risa nerviosa, por que tenia que llevar mi conversación en mi mesa y a la vez estar a la ataque con la otra mesa. Así nos pasamos toda la noche entre gestos y risas toda la cena yo imaginando que era ella (le encantan estos juegos), y cuando mas pensaba en que ojala fuera ella, mas me excitaba, notaba como mi polla, estaba abriéndose paso en el pantalón, se iba bombeando en pequeñas contracciones, cada vez mas fuera, debía abrir las piernas para que no se me cortara la respiración, buffff, y la muy cabronceta, veía eso perfectamente, se percataba de mi paquete inflamado, debajo de la mesa y me daba mas combustible para seguir haciéndome sufrir, yo cada vez tenía mas ganas de agarrármela y sentir el roce de mis manos, notaba como si palpitara solo como si fuera acariciada, entonces pude detectar en ella algunos movimientos de caderas extraños y como con sus manos se rozaba los muslos por encima del vestido, como si lo alisara por encima.
Estaba super empalmado cuando llego el postre los dos habíamos pedido lo mismo yo pedí una tarta de chocolate con nata y ella a los pocos minutos le trajeron lo mismo, intente comérmelo lo mas juguetón posible manchándome los dedos sin querer, pero a conciencia y chupando ruidosamente mis dedos para limpiar el chocolate.
Sentía como ella me miraba cuando chupaba el chocolate y estoy segura que en mas de un momento deseó no haber empezado aquel juego......Entonces a ella jugando con la tarta, aparentemente le cayó o más bien se tiró un buen trozo en el escote, toda la piel entre sus pechos, se llenó de un chocolate negro y resbaloso, pegó un gritito y su marido solícito, con una servilleta intentó limpiarla, ella se inclinó hacia delante y estiró del escote hacia afuera para que el pudiera limpiar y además alimentar mi vista, cada vez estiraba más los tirantes hacia fuera, hasta que una teta saltó suavemente......ella sonreía y se tomó todo su tiempo en meterla, primero la limpió, la tomó acariciándola suavemente y la alojó ente su vestido. Entonces ya no pude más, grité y grité, mas bien diría que me salió un aullido que anuló la música del local, e interrumpió todas las conversaciones, el resto es fácil de entender, me echaron del restaurante por escándalo público y mi pareja me dejó, ayudó bastante que al levantarme apareciese totalmente empalmado, con todo mi rostro y camisa lleno de chocolate y nata, oliendo a alcohol, en medio de aquellos aullidos espantosos.
Etiquetas: excitacion , mirada , restaurante
Pertenecen a Ella
Todas las noches me acaricio con tus dedos cierro los ojos y los lamo bajo el contorno de los mios y te conduzco por mi cuerpo como tu me conduces como sabes hacerlo, porque eres su dueño.
Todas las noches damos vueltas de la cama para el suelo y del suelo para encima de la cómoda y para la mesa de la sala y las baldosa frías de la cocina.
Caricias de las que no soy dueño, el imán poderoso de tu piel a través de los irresistibles y ansiosos poros, deseosos de ser refrescados con caricias y perlas de sudor de colores iriscentes.
Consigues que el tiempo se detenga en esas tardes eternas en el recuerdo, conversaciones ..... llenas de sensualidad
Son de ELLOS
Momentos de embriaguez deliciosos, retorcimientos de todos los músculos ahuecando mi cuerpo para que tu estés en el nerviosismo e inspiración mis dedos también acompañan
Tus frases y tu respiración......tan agitada y tan deliciosa música
Que cerramos los oídos a todo excepto a nuestras respiraciones,
El mentiroso ridículo tiene que seguir mintiendo para tapar sus mentiras, con las nuevas invenciones.
Se entra así en un círculo del que difícilmente se puede escapar.
Cuando alguien miente mucho, esas mentiras son conocidas por todo el mundo,
además, si el mentiroso admite públicamente que ha mentido, se convierte en un mentiroso ridículo, en un personaje que causa una cierta hilaridad.
Si, por ende, el mentiroso es alguien muy conocido y sus mentiras tienen un cierto eco en los medios de comunicación, el ridículo aumenta en función de la repercusión en la opinión pública.
El mentiroso ridículo tiene que seguir mintiendo para tapar sus mentiras, con las nuevas invenciones. El círculo en el que entra se cierra por momentos, la verdad siempre asoma el hocico, no hay escapatoria y cada vez tiene que mentir más acerca de sus propias mentiras y por momentos hace más el ridículo.
Todos saben que lo que dice es mentira. Y ya nadie se ocupa de desmentirlo, la credibilidad ya no existe, el sabe que los otros saben y el mismo sabe que miente. Cada vez le es más difícil escapar de su propia trampa y llega un momento que ni lo intenta.
Es lo que se llama una huida hacia delante, como los ciclistas sin fuerza que se exprimen en llegar hasta el grupo que le precede, para aprovecharse de su trabajo. Hay quien dice que el mentiroso se acaba creyendo sus propias mentiras, pero eso no deja de ser una coartada más que suele esgrimir el coro de aduladores que el personaje, más o menos conocido, suele tener alrededor.
También luego se aplica la técnica linguista de jugar con el significado de lo que se dijo y no se dijo, jugando con la memoria de los que le oyeron, o aún peor negándose a si mismo la pronunciación de las mismas.
El sabe muy bien que miente y es, precisamente por esa razón, por la que sigue mintiendo.
Si el creyera sus propias mentiras alguna vez dejaría de mentir y eso, en ciertos sujetos, no parece posible.
Tiene su coro. Son gentes que conocen las mentiras mejor que la mayoría puesto que están más cerca del mentiroso y saben mejor los entresijos de sus mentiras y las razones por las que miente. Miran para otro lado, niegan la verdad sistemáticamente e, incluso, apoyan las mentiras del mentiroso ridículo con otras de su propia cosecha. El mentiroso, en según qué momentos y en ciertas ocasiones, no tiene un recorrido corto y hasta puede tenerlo dilatado en el tiempo ya que de sus mentiras muchos pueden sacar provecho.
Además, sus mentiras se instalan en su ámbito de influencia y sientan plaza de verdades que todos admiten aunque todos sepan que son mentiras. El problema del mentiroso ridículo es cuando su situación, más o menos relevante, le obliga a tomar decisiones y basa esas decisiones y toda su actuación pública en la mentira.
Entonces hay que echarse a temblar......
Ella se cruzó de piernas sobre los pliegues de las sábanas
y se echó ligeramente hacia adelante, terriblemente atenta
la sonrisa dulce se tornó una expresión de concentración extrema......
Aquella tranquilidad compartida me resulta maravillosa.
El chasquido del interruptor de la luz resonó en toda la habitación
Ahora podiamos ver una tenue luz azulada grisácea de la Luna colándose furtivamente
y dándo un baño de suave luz, reflejando las blancas sábanas y parte de tu ropa
Me senté delante de ella muy cerca
Podiamos oir como respirabamos, cada vez más profundo.
Empecé a decirle con una voz cortada, ronca y rota
lo loco que me volvía, el sonido salío vibrante de la garganta y se mezcló con un suspiro mal disimulado deshaciéndose en la estancia
Mis ojos ahora se esforzaban en verla
nada de luz, una nube negra tapaba la Luna, los sonidos de los movimientos de sus piernas con las sábanas se amplificaban.
Me gustaba cuando se retorcía así, aunque parece que me contagiaba.
Tocáte el cuello por detrás del pelo, ¿está frio?
-Y mojado (Como me gustaba oír aquella voz, aquel aire caliente salir de su garganta, sobretodo cuando la bajaba hasta que solo la oía yo)
-¿y tus labios están humedecidos?
-Me los estoy mordiendo, ahora
Mmmmm
Se oyó un suspiro casi simultaneo que llenó mis oidos, podía oir mi corazon batear con fuerza, intentaba controlar mi respiración, casi no podia articular palabra
-¿Sabes lo que voy a hacerte de aquí un momento?
-(suspiro profundo)
-Voy a comerte los labios de forma que solo encuentren mi lengua, quiero buscar tu lengua, acariciarla.
-(sonido de tragar saliva muy lentamente, y no tan lentamente)
-Meteré mis dedos entre tus labios, los dejaré que me los chupes glotonamente, lascivamente
-Acariciaré tu cuello, separaré esa blusa lo justo, dejaré que tus pechos encuentren el camino para encontrarse con mis dedos y saltaran al exterior.
-Hundiré la cabeza entre tus tetas, quiero notarlas en mi cara
-Dejaré que los pezones encuentren el camino de mi boca abierta, entren y salgan, se endurezcan, llenos de saliva, granates, brillantes.
Repasaré con mis dedos la cinta de tus braguitas.....tocaré con el dorso de mi mano, tu piel, tu vientre ....bajaré hummmm.
La nube negra pasó, un rayo de Luna brillante se estrelló en sus blancas braguitas de encaje y pude ver como la humedad de una gotita, justo en el centro, creó un circulito, oscuro en el centro, que poco a poco formó el tamaño de una moneda, y creando una transparencia que me dejó ver tu vulva levemente hinchada y con pequeñas contracciones, suplicantes de un leve roce.
Me agaché muy lentamente y besé aquella gotita por encima de las bragas, el circulo se agrandó rapìdamente, me agarraste con las dos manos del cuello......