viernes, 30 de mayo de 2025



Hasta para su limitada inteligencia era evidente que no podría encontrar nunca a la princesa de la que ya estaba enamorado, aún sin conocerla pero sin un plano de los aposentos del castillo, sin vestigios del terrible cautiverio, iba a ser difícil pero por una vez en la vida la fortuna quiso premiarle. Retumbaban en medio del frío pasadizo el eco de las pisadas que se ahogaban entre las gruesas paredes de piedra, unos débiles gemidos emitidos por una oprimida garganta femenina sin duda, los utilizó como guía hasta toparse con una maciza puerta de madera, los quejidos ahora eran muy claros y se oían entremezclados con el rechinar angustioso de un lecho de madera carcomida.


Para el OPR (Official Princess Rescuer), interpretar aquellos sonidos no requería ningún esfuerzo intelectual extra, alguien amordazado y atado a una cama se estaba retorciendo para intentar liberarse, además él sabía quién era ese alguien. Empujó suavemente la puerta y comprobó que cedía, la cerradura no estaba cerrada, lo cual activó sus primeras sospechas, no tiene mucha lógica encerrar a una princesa y olvidarse de cerrar la puerta, por muy atada que esté en la cama. La habitación estaba sumida en la oscuridad mas espesa, avanzó a tientas, ahora los sonidos se volvían mucho mas terroríficos amplificados por la acústica de la habitación. Era evidente que la princesa estaba sufriendo mucho. Ahora jadeaba, gemía y de la hondura de su desesperación se oían unos gruñidos esporádicos que debían salir de sus atribuladas entrañas torturadas.



Afortunadamente y sin que ella todavía lo supiera se había acabado ya su cautiverio, se acercó silenciosamente a la cama, alargó la mano para ofrecerle tranquilidad, la retiró al instante con un escalofrío, acababa de descubrir una peculiaridad física y secreta de la princesa su culo era notablemente musculoso y peludo, además los muy canallas la tenían totalmente desnuda, atrapada en aquella horrible cama.

La princesa había captado el mensaje de que llegaba ayuda pues había dejado de brincar en la cama y en el momento en que el rescatador abría la boca para explicarle que iba a sacarla de allí enseguida, susurró entre gemidos:


- ¿Por qué has osado parar? .....En un momento tan crucial.


El rescatador estuvo a punto de contestar, que no tenía ya nada que temer porque estaba a salvo, sus desgracias se habían acabado, por fin había sido descubierta y sería rescatada de su mazmorra en breve, cuando inexplicablemente oyó la voz de un hombre que salía de la misma cama, esto era de lo mas cruel que jamás hubiera imaginado, el torturador se había metido en el mismo lecho que la víctima, el frío debía ser insoportable para hacer algo así. Con descaro le preguntó a la princesa:


-¿Cuantas manos tiene excelencia?

-¿Manos? ¿Cuantas manos? ¿Es eso lo que me has preguntado?

-Exactamente.

-Ya me lo pareció (murmuró) ¿En un momento como este te pones a hacerme preguntas estúpidas?¿Cuántas manos te crees que voy a tener, tres, cuatro?

-Si y una de ellas fría y callosa.

-¡De modo que soy callosa! Aqui lo único que hay calloso y grosero eres tú. Debería haberme dado cuenta. Anda déjate de tonterías y acaba lo que has empezado.

-Está bien, contestó dubitativamente, de todas formas, yo juraría que me tocó el culo con su excelentísima tercera mano.

-No digas gilipolleces querido. Venga sigue y calla un poco.


Se inició otra vez el rechinar de las maderas desencajadas, aunque esta vez acompañado de unos gruñidos bastante menos entusiastas del hombre y las frenéticas súplicas de la princesa pidiendo mas y mas.


El rescatador se quedó en cuclillas junto a la cama amparado en la oscuridad, intentando comprender lo que estaba pasando pero interpretando que debía salir de allí cuanto antes, al incorporarse tropezó con una pequeña alfombra para mantener el equilibrio alargó la mano y esta vez se topó con la rodilla de la princesa. De la cama surgió un ahogado grito y de repente cesaron todos los movimientos.

El rescatador soltó la rodilla y hulló de puntillas con toda prisa hacia la puerta amparado en el espesor de la oscuridad.


-¿Que pasa ahora? preguntó el hombre.

-Manos, balbuceó la mujer, antes ¿dijíste manos?

-Dije una mano.

-Te creo, esa mano acaba de agarrarme la rodilla.

-Te juro que no era la mía.

-¡Socorro! Empezó a gritar la princesa.....

3 Asuntos :

Erik dijo...

Que se le va a hacer al fin y al cabo no se vía ni torta.

Clip dijo...

Si queda totalmente justificado, lo que dudo es que cobre el rescate o se case con la princesa.

❦ Cléia Fialho ❦ dijo...

Amigo, que reviravolta genial! Fiquei completamente hipnotizado por essa narrativa. Sua capacidade de construir uma história com um ritmo tão envolvente, cheio de suspense e com um final tão inesperado, é simplesmente brilhante!

A maneira como você descreve a inteligência "limitada" do OPR, o "eco de passos abafados", os "gemidos fracos" e depois a transição para os "grunhidos esporádicos" é magistral. A tensão vai crescendo, e a gente, como leitor, entra na pele do resgatador, com aquela expectativa do heroico salvamento.

Mas o que vem depois... ah, meu caro! A descoberta da "peculiaridade física secreta da princesa" e a audácia da fala dela ("Por que você ousou parar? .....Em um momento tão crucial") são de uma ironia deliciosa! E a voz masculina na cama, as perguntas sobre as mãos... O diálogo é impagável, sério.

É uma sátira impecável às histórias de princesas em apuros e resgates clichês. Você subverteu a expectativa de uma forma tão inteligente e divertida que é impossível não rir. A cereja do bolo é o final, com o resgatador "agachando-se ao lado da cama na escuridão, tentando entender o que estava acontecendo, mas sentindo a necessidade de sair dali o mais rápido possível." Perfeito!

Parabéns por essa obra-prima de humor e sagacidade. Leitura divertidíssima! Adorei cada detalhe!